ALIMENTANDO A LA PROLE

Tengo una hermana que es como un teniente coronel con tetas. No exagero nada en absoluto al decir esto ya que de hecho hasta a mi me dan ganas de cuadrarme a veces delante de ella y eso que yo no me cuadro ante nadie desde hace ya muchos años.

Pivi tiene cuatro hijos, un chico de 7 años, una niña de 5 y dos bebés mellizas de 1 año. Bueno, pues les da de comer a todos a la vez. Cuando está en la cocina con ellos comiendo dan ganas de hacerle una foto, porque parece un pulpo de tan rápido como mueve los tentáculos digo los brazos. Por supuesto a las dos pequeñitas hay que darles de comer, pues aún están con cremas y purés. A la niña se supone que no hay que darle de comer pero también hay que darle de comer pues no hay ser en la creación más coñazo que ella cuando le da la gana, es decir, cuando no le dan “filititous”. Es bilingüe, por lo que la pobre no sabe a veces ni qué habla. De hecho suele decirle a su madre: “si no estoy jumpando en tu cama, mamá”… Lucas es más original así que ha decidido que el bolsillo en castellano se diga "pocketo".

Es el más listo. O el más sumiso, no lo tengo muy claro. Se lo come todo y no discute por lo que acaba rápido y así se va a hacer lo que le dé la gana mientras mi hermana alimenta al resto del rebaño. Yo creo que al ser el mayor ha tenido más tiempo para darse cuenta de lo cabezota que puede llegar a ser su madre. Eso, o que no quiere quedarse sin Nintendo, wii, o cualquier otra cosa por el resto de sus días.

Hechos concretos. Tú le pides a un niño de mi hermana que abra la boca y no es como un buzón de correos, qué va, es como un VHS de los que había cuando era yo jovencita. Le ves la campanilla y parte del esófago.

Como es así de pesada la vida le ha recompensado con tres clases de torturas. Daniela cuando quiere fastidiar hace una bola de comida que no traga en horas y horas. Hubo un día que cenó con un soborno de chocolate incluido, se duchó, vio una película de dibujos durante una hora y pico y al irse a la cama tenía aún el trocito de carne en la boca! Luego está Noa. Esta te hace tapón con la lengua. La pone planita, tapando la entrada a la boca y no metes la cuchara ni con el gato hidráulico del coche. Le acercas una galleta, la puerta se abre como por arte de magia… y en cuanto ve asomar la cuchara… ZAS, cae la barrera y date por jodida. No consigues que la mueva hasta pasadas tres o cuatro horas. Y luego está la versión de Bela. Esta es la leche. No se opone, qué va, deja que le des la cucharada del puré que sea y se relaja, pero el problema es que relaja los labios y deja la boca abierta, por lo que tú metes el puré y este inexorablemente se cae bien por los lados de la boca, bien para adelante… chorrea, te pones perdida, la amenazas, le cantas el pica pollito, bailas, pones dibujos… pero la mandíbula sigue relajada al igual que la de su hermana obstruida durante unas cuantas horas. He probado de todo, pero cuando dicen que no, es que NO.

Supernany se lo pasaría “bomba” con estos elementos… yo me limito a comerme toda su comida cuando ya no quieren más, eso si, sin que mi hermana me vea, no sea que me castigue a mi también. No estoy segura, pero creo que mi madre también lo hace.

Lo que si se les da bien es dormir. Duermen fenomenal, no como los míos que son un tormento o más acorde con el tema, una pesadilla. Un día iba a quedarse mi hijo mayor a dormir con sus primos, todo contento. Estaba todo preparado con su camita, su almohada, su cepillo de dientes… y su tía empezó a decirle: “Pero esta noche vas a dormir bien, verdad?”. “Y si te levantas temprano no vas a despertar a los primos, te esperas a que se despierten ellos solitos, verdad?”. “Y si tienes sed de dejo una botella de agua y bebes tú solito, pero no nos despiertas, verdad?”. Viene el niño al salón cuando ya me iba y me dice: “Mamá, estoy pensando que mejor me voy a casa a dormir, y mañana vuelvo”…

Qué le vamos a hacer, mi hermana se llevó toda la disciplina cuando Dios nos la estaba repartiendo. ¡Egoísta!