¿DE QUÉ VA TODO ESTO?

Tras años mandando batallas a mis familiares y/o amigos, tras miles de intentos por mi parte de tener un sitio donde compartir mi humor corrosivo y ácido sin obtener frutos, tras rogar, pedir por las buenas, pedir por las malas, llorar y hacer todo lo que se me ha ocurrido... por fin he conseguido tener un blog! Preparaos...

COCHISTORIETAS

En el año del señor de dos mil once, a 25 de Mayo. Madrid.
17:00 - Salgo del cole con mis enanitos dispuesta a dar de comer al coche en la gasolinera de la esquina.
17:03 - Llego a la gasolinera, y echo gasolina. Hasta ahí todo normal. Niños gritando dentro del coche porque quieren venir a pagar conmigo (mentira, quieren comprarse chuches). Niños acompañan.
17:10 - Volvemos a meternos en el coche tras haber comprado helados, chuches, revistas y todo lo necesario para poder abandonar el edificio en cuestión porque de milagro no salí con los reyes del año que viene... Porqué venden tantas cosas en las gasolineras? Veo un coche de la Policía Nacional. No robo bancos ni nada parecido, pero me ponen nerviosa. No sé porqué. Ato a los niños en sus asientos, Jaime me pone perdida de Calipo de fresa, Luisete me pide una servilleta porque le chorrea el chocolate hasta el codo... lo normal, todo sigue normal, insisto.
17:20 - Arranco, salgo andando hasta el semáforo y me paro porque está en rojo. Lo ves, amor? Yo también paro en los semáforos! Miro a la izquierda y horror! Los policías! Sigo comiendo mi helado, no creáis que sólo los niños tienen esas necesidades, a mi también me gusta; a lo que iba, veo a los polis, uno mayor y otro jovencillo, y pienso: "tranquilita, que no te miran a ti". Les vuelvo a mirar por el rabillo del ojo, no sea que piensen que he robado o algo y por eso les miro, y hago como que me estiro para coger algo y... CRAS!
17:22 - He chocado contra una moto porque el pie no me llegaba hasta el fondo del freno!?! Bueno, a lo mejor fue la moto que se chocó conmigo, ahora que lo pienso... La policía a mi lado. Les miro, y pongo cara de póker, de mamá autosuficiente y calmada que con toda su educación echa el freno de mano, se saca el cinturón de seguridad, se baja del coche en medio de una calzada transitada, se acerca a la moto de detrás y le pregunta cortésmente si le ha pasado algo... como no ha pasado nada, me vuelvo a subir sin que se me mueva ni un pelo, eso si, me abrocho, y ya nerviosa a más no poder, miro a los putos polis. De verdad, uno de ellos, el jovencito, tenía la boca abierta. El otro sonreía de forma socarrona.
17:24 - Me van a poner una multa? Cómo le explico a Luis lo que ha pasado y que me han multado... porqué? No sé. Me siguen mirando. Cojo mi helado, que había dejado en el panel apoyado, eso si, con mucho estilo, y me lo empiezo a comer. Hago como que me giro y les regaño a los niños, para que se crean que me tienen histérica por algo y que me entiendan un poquito, el puto semáforo no se abre, me rasco un ojo, vuelvo a girarme para decirles un improperio a mis chicos que me están mirando con los ojos como dos huevos fritos cada uno, porque obviamente no entienden qué ha pasado, el semáforo que sigue rojo, qué largo se me está haciendo este semáforo... me miro interesantemente al espejo retrovisor la frente y me coloco el flequillo...por fin! Verde! Arranco, pongo el INTERMITENTE A LA DERECHA, amor, lo uso, salgo despacio, con mucho cuidadito giro...
Nada, no me dijeron nada yo creo que de lo flipados que se quedaron con lo que había pasado.
Bueno, eso y que realmente no pasó nada.
Definitivamente, no me gusta nada conducir.

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