¿DE QUÉ VA TODO ESTO?

Tras años mandando batallas a mis familiares y/o amigos, tras miles de intentos por mi parte de tener un sitio donde compartir mi humor corrosivo y ácido sin obtener frutos, tras rogar, pedir por las buenas, pedir por las malas, llorar y hacer todo lo que se me ha ocurrido... por fin he conseguido tener un blog! Preparaos...

GARRA RUFA (o peces comepiés)

Hoy me he sometido a una de las torturas más absurdas que ha inventado el ser humano.
Estoy en Basingstoke, de visita en casa de mi hermana que se quedaba solita el fin de semana; todo lo solita que se puede estar con las mellizas, claro, pero acostumbradas a salir con las seis fieras, estar sólo con dos bebés de un año está chupado...
Así que el jueves, a medio día, me dió el siroco y decidí venirme a "descansar" a UK. Debo añadir que venir a este país es uno de mis deportes favoritos. Me gusta todo! Siempre llueve. Sale el sol pero a la vez llueve. Todo es verde. Todo está verde. Dentro de la casa casi está todo verde...
Total, nos preparamos esta mañana y allá que nos fuimos, a desvalijar GAP. Las rebajas aquí sí que son rebajas, pero de verdad. Encuentras cosas bastante interesantes, como por ejemplo desintegrar el saldo de la VISA en una mañana. Es facilísimo!
Depués de vaciar la tienda, me dice mi hermana: "Quieres que hagamos lo de la limpieza de pies que te conté de los pececitos?"
Había leído a cerca de esto, y decía que era un tipo de masaje-limpieza muy utilizado en Oriente. Metes los pies en agua templada y acondicionada para la vida de unos pececitos llamados GARRA RUFA y dejas que te coman la piel. Te quedan los tachines como el culito de un niño. Yo no sé qué niños tiene el gilipollas que escribió eso, pero mis niños tienen piel, quizá los suyos ya tengan hueso sólo, depués de haber metido el culo en semejante aventura.
Llamar pececitos a eso es una falacia, que significa, literalmente, hábito de emplear falsedades en daño ajeno. Y daño es lo que te hacen los cabrones esos.
Llegas, te descalzas, te hacen limpiarte los pies (los ingleses llaman limpiarse los pies a ponerlos ligeramente debajo del grifo), te pones unas zapatillas de goma que te dejan, firmas unos papeles diciendo que no tienes nada malo, y te vas a unas vasijas de unos trescientos centímetros cúbicos de agua, con una densidad de peces que te pone los pelitos de la nuca de punta.

Como las mellizas no se dormían, cogimos cada una a una en brazos y nos fuimos para las peceras. Yo dejé que Pivi, mucho más decidida para las cosas de belleza que yo, metiese los pies primero. Debo señalar que según sobrevolaba con el pie la superficie del agua, los peces se apelotonaban debajo como cuando en un acuario vas a echarles de comer siempre por el mismo sitio, ven tu mano asomarse y allá que van, expectantes... me dió un poco de mal rollito, debo decir, pero ya lo habíamos pagado así que... mete los pies, y empieza a hacer aspavientos y a dar grititos... "Qué horror! Pero qué es esto!?! Qué sensación más extraña!" y así sucesivamente. Noa, que estaba en mis brazos, según ve a su madre empezar a gritar, se pone a llorar aterrorizada y a mirar a los peces, qué digo peces! Mierdas gelatinosas de color negro-indefinifo que intentaban comerse a su madre! Oye, no había quien la tranquilizase. Y Pivi, "Pero mete los pies de una vez, que te está esperando este aquí a ver qué haces! Si no pasa nada, no duele..." Mi hermana puede ser un mal bicho en ciertas ocasiones, y esta era una de ellas. Yo levanto el pie, con Noa llorando, y según lo asomo aparece un banco de peces por debajo... hasta saltaban. Madre mía, pensé, cualquiera mete ahí el pie. Y una mierda! Me comen enterita... "QUE METAS EL PIE!" Y lo metí.
Es la sensación más asquerosa y rara, porque aún no sé si es agradable o desagadable, que he tenido en mi vida.

Yo, de la impresión que me dió pegué un bote, y Noa a llorar otra vez. "Ahora los peces se me comen a mi tía!", debió pensar la pobre... Y como me eché para adelante, a ver mis uñas coloreadas por última vez, Noa debió pensar que la iba a tirar con las pirañas, así que se puso ya no a llorar, sino a gritar aterrorizada y temblando!

Noa ni miraba, adherida como una lapa.

Momento "terror" (indescriptible).

Allí estaba yo, tratando de acunar y calmar a Noa y dejando que esos desgraciados me comiesen los pies.
No te hacen cosquillas, porque las cosquillas son agradables. Te hacen "ventostillas" en todo caso. Tienes los dedos agarrotados, porque si los "desagarrotas" se te meten inmediatamente entre medias a comerse yo qué sé qué mierda y no los puedes cerrar, porque da miedo aplastar a una gelatina de esas...
Menos mal que las niñas no se durmieron y sólo compramos quince minutos, porque si tengo que tener los pies ahí dentro medio minuto más, me levanto y me pongo a pisarlos como en la vendimia. Qué asco!
A todo esto, Bela, que debe de ser más tonta que Noa pues no tenía miedo, cada vez que Pivi se inclinaba para mirar mis pobres pies, porque decía que no se atrevía a mirarse los suyos, cada vez que se asomaba, decía, Bela intentaba tocar el agua con su manita y sonreía, mirando a los tiburones esos, que a su vez sub-planeaban debajo de su manita pensando en lo tiernecita que estaría.
Nosotras nos mirábamos, y decíamos: "Pero cuando va a sonar la puta alarma de fin del tiempo?!?" "No vuelvo a repetir esto en lo que me queda de vida!"
Por cierto, lo del culito del bebé, ni de coña! Yo me miro y remiro los pies, y siguen igual.
Quizá sea porque era última hora de la tarde y no tenían ya hambre... Mañana voy a las diez de la mañana y meto el culo, así me hacen la liposucción, no?

Pivi, y Bela emocionada con los pececitos...

(Son mis uñas de colores, eh?)

P.D.: A que no sabéis lo pirmero que he hecho al levantarme? Contarme los dedos de los pies no me faltase alguno!



1 comentario:

  1. Es cierto como la visa misma, es una experiencia que no vuelvo a repetir, pegue un grito cuando meti Los pies que se me quedaron mirando y riendose de mi todos Los que estaban alrededor. Lo peor es que pagamos por esta tortura china y por no soportar la verguenza de salir corriendo de la tienda descalza y sin mirar atras ( porque eso es lo que hubiera hecho), alli aguantamos mirandonos la una a la otra y contando Los 15 min mas largos de nuestra visa. Cuando vino el Chico a decir que era hora de sacar Los pies fue un momento de felicidad indescriptible. Seremos gillipoxxx que encima pagamos por esto????

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Por si me quieres poner a parir o decirme que te ha encantado, whatever, nunca se sabe.