POLIOGLICANOS

Creo haber mencionado en otras ocasiones lo contenta que estoy con mi dietista, verdad?
Bien, pues es que además de haberme ayudado a recuperar algo de lo que fue mi figura hace años, Sagrario es sexóloga y doctora en estética. Y nutricionista, obviamente.
La última vez que consulté con ella, hace cosa de dos semanas, me recomendó unas ampollas para la cara que han resultado ser todo un descubrimiento: LOS PROTEOGLICANOS.
No sé qué es, pero te lo untas en la cara, y oye, pareces mil años más joven... JAJAJAJAJAJA! No, no es eso. Simplemente te alisa la piel, la pone más suave, hace que esté más luminosa o algo así. Llevo poniéndomelo sólo dos semanas, pero compré la caja de 30 ampollas, que conservo en la nevera, y si no las gasto mi marido me cuelga. Este es el principal motor de belleza de mi vida, mi señor esposo; pero no por el motivo lógico, tratar de estar bonita para él, sino porque con el gasto que llevo en estética este año, como no utilice las cremas, me mata.
Reconozco que el haber adelgazado me da ganas de cuidarme, pero... venga ya! Quien tiene ganas de desmaquillarse todas las noches?!? Al menos yo, no. Me da una pereza mortal. Lo único que quiero por la noche es arrastrarme hasta la cama, y meter mi cuerpo miserable bajo las sábanas, para ver la tele, leer... o lo que sea. Pero mojarme la cara con un algodón impregnado en no sé qué porquería y frotar hasta que salga blanco, retirar lo que queda con agua fría porque la caliente te provoca arrugas, secarme con una toalla, echar tónico que me entra en el ojo seguro y pica como la madre que lo parió, echarme crema antiarrugas alrededor de los ojos, otra alrededor de la boca para no sé qué del código de barras (??!?!?!!!??), y luego la de la cara y el escote? "Amos, venga ya!"
Eso por no acordarme de que un par de veces a la semana tengo que EXFOLIARME, que me suena a algo pecaminoso, todo sea dicho, y otro día ponerme una mascarilla... me deja cuatro días para ponerme la mascarilla de pelo, y otros dos para exfoliar el cuerpo. A esto añado el peeling de manos y pies, y no tengo tiempo para hacer absolutamente nada más con mi vida.
Qué queréis que os diga, mejor me unto los proteoleches estos, y a correr!
Por cierto, los que me recomendó Sagrario son de la casa MARTIDERM. Me dijo que eran realmente buenos y no son excesivamente caros. (Creo que unos 42-45 euros la caja de 30 ampollas, y cada ampolla me dura unos 3 días).
De este mismo laboratorio me ha recomendado unas cápsulas para la caída del pelo que debo y puedo señalar que me han ido fabulosamente bien. A'un se ma caen algonos pelos, o se tiran, no lo sé, porque si yo fuese uno de mis cabellos y al cuerpo en el que habito le metiesen de pronto toda la mierda que me estoy comiendo yo, quizá también me tiraría... eso por no hablar del hambre que he pasado, o mejor dicho, la necesidad...
Vamos, que el anticaída de esta casa es muy efectivo.
Seguiré probando cosas, y ya os contaré.