¿DE QUÉ VA TODO ESTO?

Tras años mandando batallas a mis familiares y/o amigos, tras miles de intentos por mi parte de tener un sitio donde compartir mi humor corrosivo y ácido sin obtener frutos, tras rogar, pedir por las buenas, pedir por las malas, llorar y hacer todo lo que se me ha ocurrido... por fin he conseguido tener un blog! Preparaos...

LA DEPILACIÓN

Odio los pelos. Odio mucho los pelos.
Tengo mucho pelo. De hecho, me puedo permitir el dudoso lujo de acortar mi melena hasta límites discutiblemente aceptables para una mujer con una frecuencia anual, e inexorablemente, en un año, osea, 365 días, vuelvo a tener una melenita muy de "mamás", como dice Luisete.
Siempre que voy a la peluquería la señora que me atiende me informa de la gran cantidad y calidad de mi pelo, y muchas veces me han dicho aquello de "qué suerte de pelo tienes...". Ahora bien, las personas que manifiestan tales sentimientos, son conscientes de que la hormona, célula, o mejor cicho, "perra-célula" que hace que el pelo de mi cabeza sea tan estupendo se encarga también de que sus primos de todo el resto de partes de mi cuerpo sean como el de "zumosol"?
Siempre he tenido mucho "bellito", como las mamás llaman cariñosamente a los pelos de sus vástagos cuando no quieren reconocer que parecen monos.
Uno de los traumas de mi adolescencia, es que el novio de la que era mi mejor amiga, Javier A. (si llegas a leer esto espero aún tus disculpas), me llamó "osito de peluche", por los pelos que tenía en los brazos. Creo que de eso hace veintiún años, y Javier, tío, no te lo perdono.
He hecho tantas perradas para quitarme los pelos de casi todo mi cuerpo, que estoy segura de que algunos hasta se han ido por voluntad propia. Quizá por eso tenga tantos en la cabeza, bien podrían, muchos de ellos, ser inmigrantes de otros "piel-aíses"...
Los he teñido con agua oxigenada, cuyo envase era de color marrón oscuro con letras amarillas y llevaba pintado un girasol. Y picaba... cómo picaba! También los he teñido con una pasta que olía terriblemente y que tenías que dejarte unos quince minutos adherida a la piel. Ese picor sí que era insoportable! Madre mía! Me acuerdo de haber estado agarrada al lavabo con las dos manos para no rascarme y mirando el minutero, esperando a que se agotase aquella tortura que permitía que se me viese un precioso lunar que tengo en el codo izquierdo... cuando terminaba siempre lo miraba fascinada. Aún con todos los pelitos rubios, a mi me parecía que tenía plumas.
Nunca he soportado los pelos. Además, con estos métodos de tintura a los pocos días tenías los pelitos bicolores, con las raíces toooodas negras... qué horror! Tras esto, y harta ya de sufrir picores, decidí hacerme la cera.
Debo decir que es el mejor método, si no fuese porque con el tiempo apenas dura bonito diez o quince días... te queda la piel suave de verdad... Ahora, doler, os garantizo que duele. Muchísimo. Y me he quemado partes de mi cuerpo que no pienso mencionar al tratar de echar la cera con la mano izquierda sobre el brazo derecho. Terrible.
Una vez me dió por probar la cera fría. JA! Se la recomiendo a mi peor enemiga. Pegué bien la primera tira a mi pierna, después de haberla untado con esa especie de miel pegamentosa, y tirar "suavemente en el sentido contrario del crecimiento del vello". Su puta madre! Creo que a la tercera tira me arrancaba parte de la dermis, epidermis y endodermis... y eso por no mencionar que alguna vez para no gritar cerraba los ojos y me pegué la tira en el pelo... creo que ha sido la única vez en mi vida que me dejé flequillo. No quedó otra...
De aquí, me pasé a la Silk-Epil, Epilady, o como os guste. Vaya mierda de nombres! Silk, leches! Aquello duele muchísimo! Una vez intenté hacerlo en las axilas, y aún tengo pesadillas con el resultado! Parecía Melody bailando lo de los Gorilas!
Y de las piernas, es que con las piernas es mejor! A todo lo anterior hay que añadirle cuchillas, cremas depilatorias... creo que una vez, aconsejada por mi tía María (hermana de mi abuelo), hasta me prendí fuego con un algodón impregnado en alcohol. Acojonante! El olor a pollo quemado se me ha impresionado hasta tal punto en el cerebro, que huelo el de las hormiguitas que se queman al hacer alitas de pollo o lo que quiera que sea que comen las hormigas en lugar de alitas de pollo...
Hay otro método, que aún no he probado, y consiste en la depilación con hilo. Es árabe. Espero no probarlo en mi vida.
Ah! No puedo dejar de mencionar las pinzas de depilar... jo! Cuando vuelva a nacer, quiero ser un tío y evitarme este y otros sufrimientos. Como eso por ahora no puede ser, yo pondría como prueba para el carnet de adolescente el depilarles a los tíos el entrecejo a los catorce años. Iban a aprender a no meterse con pelos ajenos...
Luego probé con la depilación eléctrica. Una PU-TA-TOR-TU-RA. Eso es lo que es. Os imagináis que os den microdescargas eléctricas durante quince minutos seguidos en diez centímetros cuadrados del cuerpo? Al tercer pelito que te van a quemar le soltabas un puñetazo a la de la aguja... y encima suelen decirte: "Pues está flojito, eh? No sé qué te pasa! La vez anterior esto me lo aguantabas bien..." Será zorra la tía?!? Dame a mi la agujita que te vas a enterar, guapa... en las pestañas, te lo hacía yo, a ver si está flojito...
Luego, te venden la maravilla de las maravillas. Yo de verdad os digo que es lo que ha acabado con todos los pelos indeseables que tenía. Por fin! No queda ni uno! Sólo he tardado treinta y siete años en lograrlo! La depilación láser! Esto sí que es la caña! Ahora, apenas os digan que no duele, id cambiando de sitio porque entonces es que han cogido el sable láser del "todoacién" del hijo y te la están colando... Eso duele como si te clavasen agujas en las uñitas de los deditos del pie... eso si que es una tortura... Pero por lo menos, queridas, esta tortura vela la pena! Ahora bien, si dáis con una mula parda que os achicharra sin ningún tipo de misericordia, cambiad de señorita porque duele un huevo y sólo falta dar con la sádica. Llevo ya tres centros de Hedonai recorridos, y hay una bestia... que cuando termine me va a oir. Las otras no, ciertamente son caritativas y se mimetizan con tu dolor. Te dan ánimos, te dicen que te agarres a la camilla, que ya falta poco... la burra esta te dice: "Pero no te has echado la crema anestésica con lo sensible (por no decir quejica) que eres!? Lo dejamos para otro día si quieres, porque así no vamos a poder seguir..." Te dan ganas de coger el puntero láser ese y hacerle una reanimación cardiovascular... UN-DOS-TRES-FUERA! TCHXZZZZZZZZZzzzzzzzzz... y como te quejes te cobro doble!
Hay un par de comentarios al respecto que no quiero dejar de hacer.
Uno. En ninguna de mis familias he encontrado a nadie que se haga genéticamente responsable del atentado capilar... pero yo tengo mis sospechas, claro. Máxime cuando Maíta, mi abuela paterna, gallega, me decía que en su familia las mujeres no tenían vello... eso si, ella se acordaba y me contaba muerta de la risa, que a una de sus hermanas, no recuerdo el nombre, el marido la llamaba "melgacho", cariñosamente. Es un pez que tiene pelos, en lugar de escamas! Pelos, Maíta!
Dos. Esta otra tiene que ver con el bigote. No me preguntéis por qué ni cómo, pero con quince años hice algo, me eché tal potingue o yo qué sé porque no lo recuerdo, que nunca más han sido capaces los pelitos de repoblar mi labio superior. En la NASA aún andan dándole vueltas al asunto...
Por cierto, no, no dan calor ni vienen bien para el invierno.

3 comentarios:

  1. Hola Leticia:

    Soy Belén, la vecina de Gema. Te animo a seguir escribiendo, tu blog es muy, muy, muy entretenido y engancha.

    Un besazo y te sigo leyendo...

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  2. Me parto Leticia jajaja, debias de hacer un video de unas de tus sesiones en estos centros de estetica, te estoy imaginando jajaja, veo la cara que debes de poner cuando la Estheticians tire de tus pelos jajaja , porfa queremos un ducumento audiovisual del momento, te seguro que sera muy visitado el el Tube jajaja

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  3. No, rotunda negativa. Pero lo que si voy a poner es la foto con la depilación con hilo que Sonia, una amiga, me hizo el otro día... cuando consiga las fotos!

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Por si me quieres poner a parir o decirme que te ha encantado, whatever, nunca se sabe.