Parece que las cuestiones de Morfeo van a ser uno de los pilares de mi vida.
Asumámoslo: "No es para tanto, dormir no es necesario, no es para
tanto, dormir no es necesario, no es para tanto, dormir no es
necesario..."
Ha terminado el verano, arrancamos nuevo curso... y mis niños, una vez más, han
decidido poner a prueba la paciencia de sus padres y hacer una prueba de carga,
pero en lugar de cargar un puente con camiones, que os aseguro que sería más
llevadero aunque hubiese que empujarlos, han decidido inventar y probar nuevas
técnicas tortuorias en el asunto "ni dorminos nosotros, ni duermen los
papás".
Recolocamos la habitación de dormir, porque como Luisete comenzaba primaria,
le compramos una mesa de estudio para que se acostumbre a los que serán los
próximos... (25-6) diecinueve años de su vida: codos, codos y más codos... La
cama de Jaime ahora está a ras de suelo, sobre el somier, escondida debajo de
la de su hermano, que está elevada uno coma veinte metros del suelo. Queda
curioso, la verdad. Hemos decorado las paredes con dragones, caballeros,
astronautas y estrellas que brillan por la noche... precioso!
Bueno, la primera noche en esta posición, Jaime dormía muy en su postura
habitual: "aspas de molino de viento en medio de un huracán". Como
habíamos quitado las barreras, porque está a ras de suelo, repito, podía subir
y bajar tranquilamente. A eso de las tres de la mañana, y en medio de una bruma
de felicidad del descanso del soldado... BUM! Jaime al suelo, que alguien me
explique cómo puedes hacerte un chichón desde cinco centímetros de altura!
Ostión, llanto, susto de papás, dedo roto por el camino, hermano que se
despierta porque no le dejamos dormir... Conclusión: las barreras son
importantes para Jaime.
Como ya sabemos leer, hemos colocado unas lamparitas en la pared, junto a la
cabecera de la cama, para leer cuentos por la noche antes de dormirnos. Ah! Mi
deporte favorito! La de Luisete funciona perfectamente. Se enciende y apaga con
total normalidad. La de Jaime parece o un árbol de Navidad, o un semáforo, no
lo tengo claro. Depende del pijama que lleve puesto, el libro que tenga a mano,
las veces que le de por encenderla y apagarla, y la frecuencia que tenga en el
dedito para apretar el encendedor... uf!
Luisete ha regresado, con toda su fuerza, al "acoso sobre la cama de
mis papás". Sólo que como es más mayor, además de ocupar más es más listo.
Ayer me pregunta... "mamá, cuantas horas nos echamos la siesta por la
noche?" "Unas ocho, los niños un poco más, por qué?"" Pues
porque yo voy a dormir menos, unas cuatro, y luego las voy a dormir en tu cama".
A mi me apareció un diablillo rojo junto a la oreja, que me susurró una nueva
estrategia: "Si no puedes con el enemigo... déjale que haga lo que le dé
la gana". Así que cuando esta noche se ha venido a dormir a nuestra cama,
ya por tercera vez, he decidido aplicar el "plan B", y me he largado
yo a su cama. JAJAJAJAJAJA! Ellos son malos, pero yo soy peor!
Por la mañana, cuando nos hemos despertado, me ha buscado por la casa hasta
ubicarme. Cuando me ha visto, se tumba conmigo y me dice: "mamá, esta noche
me pienso ir a tu cama". "Pero amor, es que así no podemos
dormir". "Que si, mamita. Pero una cosa, esta noche, no se te ocurra
venirte a mi cama, te quedas allí conmigo!" "Cariño, que no, que no
cabemos los tres en la cama". "Bueno, mamí, y no puede venirse
entonces papá a mi cama!?" No creo que a Luis le apetezca demasiado…
Jaime, el pobre, no sabe qué hacer para dormirse. Le lleva más de una hora. A
veces dice: “mamita, ho me he dodmido con loz ojo abietoz, en la siezta”. ¿¿¿???
Le metemos en la cama, y cuando apagamos la luz, a los diez minutos, el de
arriba está como una sopa. Éste, el pobre, comienza su homilía… pasada media
hora viene a mi cama, y me dice: “mamita, dóndeztá Luicete!?” “Dormido, besugo,
como tendrías que estar tú”. “No, poque le llamo y no contezta!””A LA CAMA, JAIME!” Se va
arrastrando su vidita por el pasillo y se acuesta. Pasan diez minutos y vuelve…
“mamita! Me da agua, pod favó?! Teztoy llamano y no mezcucha!” Y así muuuuuchos
minutos!
Bueno, por fin conseguimos que se duerman. Es nuestro turno!
Las cuatro de la mañana: “MAMAMAMAMAMAMAMAMAMAMA!”
Me levanto como un resorte, porque los gritos que pega Luisete… Llego allí
mareada de levantarme tan rápido, con el corazón que se me sale por la boca… “mamita,
me das agua helada del grifo, porfi?” Yo un día me voy a currar a las cuatro de
la mañana, porque claro, si te despiertan de esa forma, que me cuenten quien es
el guapo que:
1º) No mata al niño que por ende tiene la botella al lado de la cabeza,
junto a la almohada, donde la ha colocado él mismo al ir a acostarse.
2º) Se vuelve a dormir inmediatamente tras haber tenido, encima, que poner a
Jaimito a hacer pis porque al final vamos a tener que tirar el colchón…
3º) Me voy a trabajar, que no me grita nadie. Al menos de momento!
Aunque debo añadir, para felicidad de mi marido y mía, que hemos comenzado
una nueva campaña los fines de semana: “Huelga de papás descansinos”. La cosa
es que les dejo preparado sobre la mesa de la cocina dos platos lisos grandes
con un paquete entero de galletas cada uno. Abiertas, para que no me llamen
para abrírselo (que no me extraña, porque hay que ser Macgyver muchas veces…). Dos
cucharadas de colacao en cada vaso, con una cuchara también en cada uno. Dos
vasos de plástico de Ikea junto a una botella de agua. Dos servilletas. La
botella de leche abierta en la nevera. Con este pequeño truquito hemos logrado
dormir hasta las diez y media de la mañana! Y hasta las once! Luisete le pone
la leche a su hermano y a su vaso, y se van al salón a hacer lo que les de la
gana mientras ven la tele (Luisete la maneja bastante mejor que yo) o juegan,
tienen prohibido aporrearcosas, y no se mueren de hambre! No es genial? Si tenemos
un tercero, sabrá Luisete preparar un biberón y dárselo? Por las dudas, mejor
nos quedamos con dos…
Historias habituales en la vida de una madre, trabajadora, esposa, mujer, amiga... vamos, lo que me dé. Ex-Ingeniero de Caminos convertida en Profesora de Mates de secundaria en UK.
¿DE QUÉ VA TODO ESTO?
Tras años mandando batallas a mis familiares y/o amigos, tras miles de intentos por mi parte de tener un sitio donde compartir mi humor corrosivo y ácido sin obtener frutos, tras rogar, pedir por las buenas, pedir por las malas, llorar y hacer todo lo que se me ha ocurrido... por fin he conseguido tener un blog! Preparaos...
MÉTODO ESTIVILL-II: "DUÉRMETE NIÑO, NO SEAS CABRÓN"
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Me parto contigo!, habermelos dejado a mi de pequenos que los mios duermen como troncos, pensandolo bien, he tenido 4 y todos han salido igual, deberia escribir un libro con las tecnicas, se llamaria "como dejar llorar al nino durante 2 horas sin sentirse mal".
ResponderEliminarPara eso hay que valer, bonita, y yo no valgo...
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