¿DE QUÉ VA TODO ESTO?

Tras años mandando batallas a mis familiares y/o amigos, tras miles de intentos por mi parte de tener un sitio donde compartir mi humor corrosivo y ácido sin obtener frutos, tras rogar, pedir por las buenas, pedir por las malas, llorar y hacer todo lo que se me ha ocurrido... por fin he conseguido tener un blog! Preparaos...

VISITANDO PARQUES TEMÁTICOS (I) - FAUNIA -

Podría contar miles de cosas que nos han pasado en FAUNIA! Bueno, vale, algunas menos, pero son muchas... Y desde luego, para un artículo así empiezo con FAUNIA porque como ya he señalado en muchas ocasiones, es mi favorito "del mundo mundial". Y creo que también el de los chicos...
Tenemos un pingüino, que se llama "el pingüino loco", al que siempre pasamos a saludar. Es el primer animal cuyo nombre se aprenden los más pequeños. Está en la segunda parte del pabellón de los polos, según bajas para ver la parte inferior del teatro principal... si acercas las llaves al cristal, el "pingüino loco" se acerca, e intenta cogerlas con el pico. A Luisete le encantaba esto, me decía "mamá, mamo a vé a pinino coco". Se reía muchísimo subiendo y bajando el llavero con el pajarraco detrás.
Reformaron el pabellón de la evolución recientemente, que solemos ver en último lugar de camino a la salida. Luisete está emocionado con este asunto. Han puesto una serie de bichos asquerosos, tipo escorpiones, arañas y no recuerdo si también serpientes. Vivos. Hasta aquí, todo normal. Pero es que han creado unas tarjetas, pegadas a cada urna, con unos códigos de colores que clasifican de 1 a 10 la peligrosidad de cada bicho en distintas facetas presentándolo en barras... es total! Para Luisete es como si fueran los mismísimos Gormitis, pero peor, más asqueroso! De todas las calificaciones de cada bicho hacen una ponderación y le asignan una "nota global", para indicar cuan peligroso es comparándolos entre sí. Es como la Selectividad, pero para insectos. Lo dicho, flipado. Me encantaría dar la enhorabuena al inventor de este sistema de exposición, porque para los niños es muy clarificador y ameno. Sólo le veo una pega a este pabellón, y es la siguiente, las urnas tienen sólo dos cristales de seguridad! La última vez, me fui yo sola con los dos bichos, y mientras le explicaba a Luisete que ni de coña le compraba una "vuida negra", Jaime se fue a ver a un par de escorpiones, negros y asquerosos, que como no le hacían caso le cabrearon en grado extremo, así que se puso a aporrear el cristal, para regañarles. Había una señora mayor a mi lado que le miraba con los ojos como dos huevos fritos, valorando claramente la dureza del cristal frente a los puños de mi fierecilla...
Mis chicos me llevan siempre a la "casa de las mariposas" porque "ez la fovodita de mamá". Me encantan las mariposas! Creo que junto con los elefantes, son los animales más bonitos del planeta. Si, es un poquito bipolar, pero es que soy una persona de extremos...
Otro pabellón que nos encanta es el de la noche. A mi me encanta porque se me pegan como dos lapas, "acojonaos" , al menos al principio, por lo que me resulta más fácil controlarles. A ellos les gusta por los "murciégalos"... Es impresionante ver la actividad que tienen estos bichitos. Si no fuese porque comen fruta, pensaría que uno de ellos ha picado a Jaime, porque se mueve casi constantemente, como los murciélagos, solo que no vuela. Al menos de momento. En este pabellón hay linces. Qué animal tan bonito! Una vez, teniendo Luisete unos tres añitos, o algo menos, llegamos a la cristalera de los linces, y no había nadie. Luisete pegó su carita al cristal buscando los gatos grandes, y tuvo la suerte de que uno de los adultos se fijó en él. Luisete fue hacia la siguiente ventana, y el lince le siguió, despacio, sin perderle de vista. Mi niño, que se dio cuenta, dio vuelta y se paseó en el otro sentido delante del cristal, a lo que el lince contestó siguiéndole, en la distancia. Así los hizo, feliz, unas diez veces. Estaba fascinado con la mirada del animal. Yo, en mi fuero interno, oía a Monsieur Felino... "Cómo haría yo para comerme esta barriguita con patas que se me pasea frente a los bigotes a la velocidad de un caracol? Alguien tiene un abrelatas, please?"
A mi, personalmente, no me gustan los animales. Aunque tengo que decir que al lado de mi marido soy San Francisco de Asís pero con tetas... bueno, el caso es que el animal que me impresiona mucho del parque (y que no está en una urna, claro) es el avestruz. Tienen cara de bestias, las tías! Siempre que nos acercamos -están cerca de los pollitos-  mis hijos van corriendo al vallado de cristal que las mantiene confinadas y las miran, de frente, cosa que me pone los pelos como escarpias, porque con ese careto de suegra, ese cuello de toro y ese pico de bulldozer, parece que les van a arrancar la cabeza de un picotazo... ZAS! Y luego la escupen...
Junto a las bestezuelas estas, está lo que antes era el cutre-volcán, que ahora no tengo muy claro lo que es, pero mola. Para el caso, la primera vez que entramos, fue genial. Jaime iba en su sillita de paseo, y menos mal, porque estaba totalmente a oscuras! Luisete iba agarrado de la mano de su padre medio temblando, y nosotros alumbrando con las pantallas de los móviles como podíamos. Tropezamos con todo, hasta con las hormigas que estaban por allí tan despistadas como nosotros... Me encantó la madriguera de ratas que se ve, tipo hormiguero... son realmente desagradables al nacer, sin pelitos y de color rosa, como minicerditos... estaba deseando enseñárselos a mi madre... o a mi tía Maite! Le da algo! Cuando ya salimos, tras el alivio de la prueba superada, estábamos Luisete y yo calculando cómo haríamos en la siguiente visita para entrar, con las linternas que teníamos en casa... estábamos ya emocionados haciendo planes. La siguiente vez que regresamos, con las linternas en la mano desde casa, entramos en la cueva y... tenía luz! La vez anterior estaba estropeada! A mi me molaba más a oscuras, porque fue como jugar a "las tinieblas" pero con 37 castañas. Fantástico! Señor mandamás de Faunia, apague la luz, que es más original!
Se me olvidaba el aviario! Es como una jaula, pero a lo bestia. Hay un montón de pájaros, muy bonitos, paseando a tu alrededor, sobrevolándote en todo momento... hay unos que se llaman "porrón moñudo", que me hacen mucha gracia, pues son como las avestruces, pero con cara bonita, con elegancia... es como si llevasen corona. Luego hay otras, una especie como de grullas, que me recuerdan a los bichos de La Guerra de las Galaxias que fabrican a los señores con las armaduras blancas de serie! Tienen esa especie de melena que se bambolea lánguidamente... como con voluntad propia... Lo malo que tiene este sitio, al menos para mi, es que no me puedo sentar en los bancos por miedo a que me caiga un "regalito marrón" de una de las ramas.
Él primer año que saqué "el pase", me sentía hasta mal por no tener que pagar con todas las veces que iba, así que a la salida compraba siempre algo. Alguien tenía que pagar para mantenerlo, no?
Casi se me olvida decir que el mejor momento para visitar este parque es los días de lluvia, porque está vacío... nosotros nos plantamos el chubasquero y las botas de agua, y allá que nos vamos, felices! Todo para nosotros! Y en estos días lluviosos los animales de la noche están mucho más activos, no sé si porque están más tranquilos sin nadie que les visite, o porque la lluvia les excita...

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