Yo me acosté con nueve años, unos días después de hacer la Comunión, y cuando me levanté por la mañana ya me habían aparecido estas dos... "compañeras", que siempre me han llevado a destacar entre todas mis amigas.
Debo decir que muchos años, siendo yo aún casi una niña, tener el pecho tan grande me acomplejaba. Mis compañeras del Sagrado Corazón no lo llevaban demasiado bien, y para mi la revisión médica que nos hacían todos los años era terrible. Yo era la única que ya en cuarto tenía pecho, y en quinto, llevaba sujetador. Mi primer sostén me lo regaló mi madrina.
En la adolescencia, tampoco es que se me quitase la presión, pues ya se sabe que los chicos están obsesionados con esas cosas, por lo que aunque exitosa, mi vida sentimental era complicada...
Llegó un momento en el que descubrí que no tenía que comprarme los sujetadores con mi madre, y ya fui mucho más feliz, en el Marks&Spencer. Ahí saben de tetas. Fue la primera vez que encontré una dependienta que supo lo que era convivir con montañas. Me enseñó cómo se talla, que no es poco, y que hay tiendas en las que de verdad saben lo que es vestir el pecho de una mujer, no como en los sitios habituales donde si tienes el pecho grande eres una "cientodiez", y si no tienes, una "ochentaycinco".
Cuando yo tenía veinte años, que estaba delgadita y estupenda, tenía el pecho grande, por lo que no había sujetadores que me quedasen bien. Lo de la copa D era ciencificción. Poco después se fue integrando en algunas marcas, como Playtex, pero era sinónimo de "tallas grandes".
Es que sólo las francesas pueden tener pecho?!? Lo cierto es que aunque las inglesas tienen las tetas perfectamente medidas y entalladas, los sujetadores que llevan son espantosos.
Aunque siempre he pensado que era la última en aprenderlo, últimamente he hallado mujeres que no han dado con la dependienta adecuada, así que voy a explicar la odisea de las tallas de los sujetadores. El número indica el contorno del pecho por debajo de las tetas, mientras que la letra indica la copa, es decir, el tamaño de la mama en sí. Una copa A es una teta pequeña y una B o C una normal. Una copa D es ya generosa, pero haber, haber, hay copa DD, E, F, G y hasta H, al menos en Inglaterra. Si eres muy delgadita y con poco pecho, tendrás una 80A, 80B, 85A u 85B, y si eres delgada pero voluptuosa, tendrás una 85D, 90C, 90D... y si eres muy pechugona, como he sido yo siempre, pues una 95G. Bueno, realmente, yo he llevado muchas tallas. No sé si tendré dos sujetadores de la misma talla, ahora que lo pienso... También indico que en cuestión de copas, una 90D es lo mismo que una 95C. Si te aprieta mucho la espalda pero la teta cabe, coge el siguiente contorno con la letra anterior. Una 95D es como una 100C. Queda claro? Si alguien tiene dudas, que me pregunte.
Claro que por algún extraño fenómeno los 90 o 95 no miden lo mismo en todas las marcas, pero eso es lo habitual entre los humanos, en unas tiendas llevas la 42, en otras la 44... El caso es saber más o menos cómo tallas. Yo delgadita llevaba la 85D, y muy gorda, la 95H.
Ahora vamos con otra cara del problema... por qué si tienes mucho pecho tienes que llevar los mismos sujetadores que tu abuela?!? Me parece indignante que una cosa tan bonita y decorativa deba esconderse como si fuera algo malo. Gracias a Dios, en los últimos tiempos, las mujeres con mucho pecho ya tenemos sujetadores preciosos que pueden lucirse.
Las marcas que a mi más me gustan, y que saben lo que es tener mucho pecho (sujetan), son:
Seguro que habrá otros muchos, pero estas marcas, LOU, CHANTELLE o LEJABY las hay en los grandes almacenes habituales y tienen las copas más grandes, conservando el aire sexy adecuado. Al menos para mi gusto, que como he dicho ya en otras ocasiones, en este blog es el que hay.
Marcas como Triumph o Playtex, o Marks&Spencer, a pesar de tener sostenes verdaderamente bien diseñados, dan ganas de matarse. Son los mismos modelos que llevaba mi abuela. Vamos, que los vas a comprar y están junto a las fajas! Qué sexy...
Tener pecho es ahora, para mi gusto, ligeramente incómodo pero chulo. Llevar ropa que permita lucir diseños bonitos de sujetador es interesante. Es un complemento más, pero muy femenino... vamos, que me encanta! Por contar algo de las muchas cosas que me han ocurrido por tener el pecho que tengo, con el cual llevo conviviendo tantos años que, francamente, pocas veces ya me hace sonrojar, diré que los ginecólogos que se precien, deberían leer las instrucciones de uso de los sostenes.
Fui a hacerme la revisión de la empresa con un médico muy bueno que lleva años ya revisando el pecho de la compañía. Tuve con él una desavenencia bastante seria, debo señalar. Me siento en la camilla, era el primer año que me revisaba, y me descubro. Me mira, y me dice: "Tranquila, señorita, que si tiene algo malo en el pecho lo voy a encontrar. Sabe como me llaman? Gold Fingers..." y me mostró las manos, moviendo los dedos. Como soy hipocondriaca, cualquier distracción es bienvenida. Entonces se me acerca y me dice: "Usted tiene una ciento diez, por lo menos!" Y ahí ya sí que no. "No señor, y siendo ginecólogo me extraña que no se sepa las tallas de los sujetadores, yo llevo una 95G." Joder! Fue como si le picase una avispa. La enfermera nos miraba no sabiendo dónde meterse, el médico palpándome el pecho y yo peleando con él sobre si el 95 era el contorno o el tamaño de la teta... A mi me van a enseñar las tetas, después de casi treinta años conviviendo con ellas...
Goldfinger, aprende, hombre.
A cada cual lo suyo.
P.D.: Recordaba yo ahora una ocasión, meses después de haber adelgazado mucho a los veinte, que me encontré con un tipo que me dijo: "Leticia, pero si has perdido todos tus encantos!". Se refería a la disminución de mis pechos, claro. Aprovecho la oportunidad que me brinda la vida para decir: "Alvarito, tío, además de gilipollas, eras un pulpo!"
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