¿DE QUÉ VA TODO ESTO?

Tras años mandando batallas a mis familiares y/o amigos, tras miles de intentos por mi parte de tener un sitio donde compartir mi humor corrosivo y ácido sin obtener frutos, tras rogar, pedir por las buenas, pedir por las malas, llorar y hacer todo lo que se me ha ocurrido... por fin he conseguido tener un blog! Preparaos...

ENSEÑARLES A CUIDAR LOS LIBROS

Mi hijo mayor, Luisete, lleva mensualmente al cole un cuento de casa que comparte con sus compañeros de clase. Todos llevan uno, y así forman una biblioteca de aula que van renovando. El problema de los cuentos es que no pueden ser muy costosos, porque la mitad de las veces regresan a casa bastante perjudicados. Luisete los trae rotos, pero me consta que él también ha roto alguno, eh?
En casa creemos que los libros hay que cuidarlos. Tengo muchos libros y he tenido que deshacerme de otros muchos porque todos en casa no cabemos. Desde que tengo recuerdos, recuerdo a mi madre llevándonos a la Feria del Libro, en el Retiro. Cada año íbamos y nos compraban algún cuento. Adoraba a Gloria Fuertes, qué gran poetisa! Qué gracia me hacían sus versos. Algunos aún los recuerdo, y han pasado "titantos años"...

Mi padre me llevaba muchos domingos a la "Cuesta de Moyano" donde comprábamos libros unas veces nuevos y otras de segunda mano. Cómo me gustaba! Bueno, es cierto que también íbamos a comer ostras después...
Está claro, mis padres me enseñaron a amar los libros y la lectura, por lo cual nunca estaré lo suficientemente agradecida. Espero enseñar a mis chicos a leer al menos la mitad de lo que he leído yo, porque también es importante hacer deporte y yo soy muy vaga!
A lo que voy: Luisete ha descubierto recientemente los cómics de Astérix, y como son porrazos, palizas y tortazos pues claro, le encantan! Así que este mes pensamos en llevar uno de estos tebeos para mostrárselo a sus amigos. Se le planteaba una grave disyuntiva, porque por una parte deseaba fieramente mostrar a sus compañeros los tortazos que les dan a los romanos, pero por otra parte temía que le destrozaran un libro que le encanta! Lo que hicimos fue por un lado explicarle que debía hablar con sus amigos y explicarles que tenían que tratar el cuento con cuidado porque de lo contrario no volvería a llevar cuentos que le gustasen mucho y eso le daba pena, y por otro lado hicimos hablar al libro. Me explico. Cogí una cartulina roja, para que les llamase la atención, y corté con unas tijeras con formas un rectángulo. En él escribí, por una cara el siguiente verso, con letra bien clarita porque están aprendiendo a leer todavía...

SOY UN CUENTO CHULO Y DELICADO,
¡POR FAVOR, TRÁTAME CON CUIDADO!
SI MIS PÁGINAS ROMPES
AUNQUE SEA SIN QUERER
CONTARTE MIS HISTORIAS
NUNCA MÁS PODRÉ...

Por el otro lado pusimos algo así como...

HASTA LUEGO, AMIGO
ESPERO QUE CONMIGO
TE HAYAS DIVERTIDO.
TE ESPERO EN LA ESTANTERÍA
POR SI QUIERES VOLVER A LEERME
EN UNOS CUANTOS DÍAS.

Pegué sólo por arriba la notita justo en la primera página, para que se viese bien. El cuento ha vuelto casi enterito. Sólo tiene una pequeña rasgadura, que contando con que ha estado dos semanas entre veinticinco fieras de 5 y 6 años... no está mal, no?
Lo mejor, Luisete todo orgulloso explicándoselo a sus compañeros.
Espero que hayan captado el mensaje. Y si no es así, yo seguiré insistiendo.
Los libros deben estar usados, pero nunca estropeados.
Mi padre me decía siempre: "Para libros, Leticia, yo siempre te voy a dar lo que me pidas". Y así era. Gracias.

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