FOBIAS Y AMORES

A mi alrededor hay muchas personas. Eso lo vemos todos, no? Bueno, pues estoy descubriendo que todas y cada una de esas personas hacen cosas raras. Qué pensábais, que sólo era yo? No, majetes, todos somos raritos sólo que no nos damos cuenta. Bueno, no os dáis cuenta, porque a mi me encanta la gente. Me encanta observar y estudiar a los que están a mi lado y preguntar, cotillear o como queráis llamarlo, pero no deja de ser un estudio de la humanidad que hay en cada uno. Creo que busco a los locos que todos tenemos dentro porque me doy cuenta de que todo aquello que me creo que me hace distinta y que sólo me pasa a mi, también les pasa a los demás.
Es posible que mi reflexión os parezca pueril, pero a mi me ha llevado más de treinta años realizarla y estoy dispuesta a llevarla hasta sus últimas consecuencias. Supongo que cualquier día alguien me dará un puñetazo (verbal o real), pero hasta la fecha me he encontrado con poca gente que no disfrute compartiendo experiencias, quizá porque los que no las comparten, no me interesan. Maíta, tu trozo de ADN... "no es que le caiga mal al kiosquero, es que no me conoce"...

ADORO LOS HELADOS

Creo que en mi cadena de ADN debe poner H-Ä-A-G-E-N---D-A-Z-S, intercalado entre los códigos genéticos. Ya sé que la vida está llena de placeres, pero un helado en tarrina de tres bolas de cheese-cake y nueces de Macadamia con chocolate con leche caliente por encima en cantidades industriales habiendo esperado a que se enfríe un poco para que esté sólido... debe ser de los mayores. Cuando me digan que me voy a morir pienso reventar comiendo helado. Aunque debo señalar que he hecho pruebas de carga a mi estómago, y antes tengo que parar de comer helado porque se me ha congelado la lengua y no siento nada, que porque esté harta. Lo heredé de mi abuela Maíta, que decía que para el helado tenía un estómago diferente. Además, esto segundo se soluciona esperando un poquito. Bueno, y lo de la lengua de polo también, sólo que hay que tener la prudencia de no hablar en un rato, porque puedes parece rmentalmente incompetente con esa lengua muerta...
Otro de los helados más buenos del mundo es el de tarrina de FRIGO de Vainilla... eso si, lo tienes que sacar antes de comer, para que se derrita un poco. Luego vas rascando con la cuchara por los laterales mientas se derrite... cremoso...Qué bueno. Si le echas dulce de leche...
Mención especial al de chocolate belga de Häagen-Dazs. No creo que se haya inventado nada parecido ni tan bueno como eso. Sólo de pensarlo me dan ganas de abortar la dieta.
Habéis probado el CHUNKI MONKEY de BEN&JERRYS? Ese es espectacular, también. Vainilla con trocitos de chocolate en forma de plátano, creo, y bolitas de toffe. Maravilloso!
Creo que mi marido me conquistó porque durante nuestro noviazgo venía a desayunar a mi casa todos los días y me traía una tarina de helado. TODOS los días. Qué tiempos...
Eso si, cuando llegué a ponerme el traje de novia, la bronca fue monumental por parte de la modista. Nunca había visto a una novia engordar de esa manera! Como dice Luis, debía conocer a muy pocas novias.

ODIO A LAS ARAÑAS (peludas y patudas)

Como primera fobia suscribiré una de las mías, porque tengo muchas. ODIO LAS ARAÑAS. No hay bichejos en la creación que despierten en mi tal grado de miedo aún con un tamaño minúsculo. Bueno, si es muy minúsculo, digamos inferior a un milímetro, soy capaz de matarla con un dedo, pero todo lo que supere la mencionada medida me acojona. Y qué? No habéis visto Indiana Jones? Aracnofobia? Harry Potter? Debo decir que si yo me encuentro a Aragog... me están dando escalofríos...

Y cómo se queda el pobre Frodo Bolsón cuando Golum se lo quiere servir de aperitivo a su amada arañita? Pues todo jodido de la olla, porque no creáis que perdió el norte por el miedo de atravesar Mordor, no, yo prefiero acostarme con un uruk hai o montar en los pájaros-Nazgûl agarrada a uno de ellos para matar a Sauron, o a Voldemort mismo si llega el caso, que mira que tienen mala ostia, antes que ver una araña de tal calibre aunque sea detrás de un muro de hormigón armaro y reforzado con fibras metálicas de un metro de espesor.

Mi novio, el Sr. Uruk Hai, por las dudas...

Conclusión: Si tienen más patas que yo sólo me gustan de color naranja y se llaman centollas, el resto... "me dan un chungo que te cagas".